Es innegable que las mascotas se han convertido en una parte integral de muchas familias y están ganando cada vez más espacio (y afecto) de sus compañeros humanos.
Hay más de 200 enfermedades que entran en el concepto de zoonosis (cuando un problema puede circular y afectar a humanos y otras especies de forma concomitante).
Por supuesto, no es una justificación para renunciar a la idea de tener una mascota en casa o, peor aún, abandonar a la que ya forma parte de la vida familiar. Se puede reducir significativamente el riesgo de tener cualquier contacto con virus, bacterias y otros patógenos que causan este tipo de zoonosis, como puedes ver a continuación.
1. Hacer citas periódicas con el veterinario
Aunque la mascota esté bien, debemos hacerle evaluación veterinaria al menos una vez al año. Esta es también una excelente oportunidad para hacer dos cosas fundamentales para la salud de la mascota. La primera es actualizar la cartilla de vacunación (hay dosis que deben tomar cada año).
Cuando hablamos de perros y gatos, lo principal es la vacuna contra la rabia, una enfermedad provocada por un virus cuya mortalidad se acerca al 100%.
El segundo cuidado de rutina es la desparasitación. Este remedio le permite las mascotas eliminar los parásitos de sus cuerpos.
2. Ten especial cuidado con la higiene
Otro punto clave es el mantenimiento de los recipientes donde se pone la comida y el agua para la mascota, así como los lugares donde hace pis.
Además de gusanos, estos sitios pueden ser fuentes de contaminación bacteriana.
3. Organizar el ambiente
El lugar donde se guardan los objetos de las mascotas es otro punto sensible para evitar la contaminación con bacterias y otros patógenos causantes de infecciones.
La caja de arena del gato o la alfombrilla del baño del perro, por ejemplo, deben mantenerse lo más alejadas posible de la cocina y la despensa.
4. Cuidar el espacio exterior
También hay que prestar atención a los ambientes externos de las casas.
Silva, quien también es consultora en zoonosis del Ministerio de Salud, señala que estos lugares suelen ser el punto de contacto entre mascotas y animales salvajes.
La orina de ratas y ratones puede contener la bacteria Leptospira, que causa la leptospirosis.
5. Castra a tu mascota
Este procedimiento es sencillo, seguro y evita que el animal tenga cachorros inesperados. Pero Silva señala otro beneficio de la castración: algunas especies, como los gatos, participan en peleas durante la época reproductiva por instinto.
En estos enfrentamientos se producen mordeduras y arañazos. Y es que, como ya habrás entendido, estas heridas son fuentes de transmisión de virus, bacterias, hongos y otros agentes.
Con el animal castrado, este comportamiento se inhibe, lo que representa una protección indirecta contra este tipo de zoonosis.